A la hora de querer comprender el funcionamiento de la Unión Europea y sus instituciones, es necesario abarcar el aspecto de las relaciones exteriores. Al ser una institución internacional, las relaciones exteriores forman si no la base, una de las funciones más importantes en su función principal de promover la paz y favorecer la cohesión entre sus países miembros, siempre que éstos compartan los principios básicos comunes, como pueden ser la democracia o el estado de derecho. 

Dentro de las relaciones exteriores de la UE, la Política Europea de Vecindad o PEV tiene un gran peso. La creación de la PEV a comienzos del siglo 21 supuso una alternativa para los países vecinos de la UE que no querían formar parte de la UE, ofreciéndoles una relación privilegiada  basada en el compromiso mutuo y el respeto a unos valores conjuntos: la democracia, los derechos humanos o los principios de la economía de mercado. Esta política afecta (más bien beneficia) a los países vecinos de la Unión Europea, principalmente a los de la cuenca mediterránea además de algunas repúblicas ex soviéticas. También, esta va más allá de las relaciones existentes entre estos países y la UE y ofrece una relación política e integración económica más profundas. 

Otro de los temas relacionados con la política de las relaciones exteriores de la UE es el Espacio Schengen. Este espacio consiste en un grupo de 26 países que decidieron abolir los controles inmigratorios en sus fronteras comunes. Es decir, que hablando en términos de fronteras, se convirtieron en un solo país. El Espacio Schengen no lo forman los miembros de la UE (solamente) ya que hay algunos países no miembros que sí que forman parte de este espacio y también hay países miembros de la UE que no forman parte de este espacio. Otras de las políticas esenciales en las relaciones exteriores son la política exterior y de seguridad común, y la política de cooperación al desarrollo. 

La primera tiene como objetivo principal resolver conflictos y promover el entendimiento internacional, mientras que la segunda tiene como fin erradicar la pobreza, fomentar el crecimiento sostenible, defender los derechos humanos y la democracia (entre otros). Ambas políticas defienden lo que se conoce como los principales objetivos y los fundamentos en los cuales la Unión Europea se creó definitivamente en 1993 en Maastricht. Es por esto por lo que es aspecto internacional ocupa una posición de gran importancia dentro de la Unión Europea.